Después de su uso, apague y desconecte el aparato y espere hasta que esté totalmente frío antes de la limpieza. El cuerpo del aparato y el reflector se pueden limpiar con una esponja y detergente líquido. No utilice un estropajo metálico ni polvo de limpieza. No sumerja nunca en agua. La resistencia en espiral no debe limpiarse. Si está muy sucia, espere hasta que se haya enfriado y límpiela con un paño seco.
Dependiendo de su porosidad, cada piedra es más o menos resistente al agua. Si se coloca la piedra en el agua, se puede romper o agrietar en el siguiente calentamiento. La piedra se puede limpiar con una esponja, pero evite el uso de detergentes. Nunca ponga la piedra en el lavavajillas ni la sumerja en el agua.
Después de haber seguido las instrucciones del manual del usuario para poner en funcionamiento el aparato, asegúrese de que el enchufe funciona, conectando otro aparato eléctrico. Si sigue sin funcionar, no intente desmontar ni reparar el aparato usted mismo y llévelo a un centro de reparaciones autorizado.